Formación

Debido a la gran variedad y diversidad con la que puede ser vivida esta vocación esponsal, serán necesariamente muy personalizada tanto la preparación a la Consagración como el modo de vivirla “según los carismas personales”. La formación y la motivación de la candidata deben ser verificadas por el Obispo del lugar.

 

INSERCIÓN ECLESIAL

Cada miembro del Ordo Virginum, por la Consagración recibida, se encuentra en el corazón de la Iglesia universal, en su Iglesia particular y a su servicio, según sus carismas personales. La suya es una vocación específicamente eclesial, de la que María es modelo. 

 Por esto, cada Consagrada, sin la mediación de una comunidad ni de superior(as) vive en comunión con su Obispo Diocesano y depende únicamente de su jurisdicción. Por medio de él está en unión con el Colegio Episcopal unido al Papa, el cual preside la comunión universal de la Iglesia.

La virgen consagrada no está privada de comunidad eclesial: su comunidad es la comunidad eucarística de la Iglesia, la del Obispo, que en su Diócesis, bajo el aspecto ministerial, es el Esposo de la Iglesia. Por esto, el Ordinario del lugar es ministro del Rito de consagración y lo celebra preferentemente en su Catedral, en un día festivo, ante el pueblo reunido.

Toca, además, al Obispo confirmar la inserción eclesial de cada consagrada, en vista del bien de todos (ésta es en efecto la finalidad de los carismas).

 

a) Condiciones y medios de la inserción individual.

Le toca, al Obispo llamarla a la consagración, conferirla, favorecer y confirmar su inserción en la Iglesia “según sus carismas”.  Así, dado que el verdadero lugar del Ordo Virginum está en la diócesis, toda consagrada puede encontrar ahí ella misma, personalmente, su justa colocación.

  

b) Inserción eclesial como secular, no como laica. 

Aun cuando la virgen consagrada estuviera plenamente inserta en el mundo, no podría estar dedicada directamente  a la construcción del mundo de la manera como lo están los laicos. Ella se sumerge en el mundo para dar testimonio de la Buena Nueva del Reino y encontrar en él a sus hermanos, cercanos y lejanos. 

Por esto, en cualquier situación (que puede abarcar desde el servicio casi exclusivo de la oración  hasta todas las formas de servicio caritativo y apostólico) se trata siempre de una inserción eclesial de tipo “secular”, no de tipo “laico”.

 

Son requisitos ineludibles los determinados en los Prenotandos del Ritual de la Consagración, a saber:

 

Quienes nunca hayan celebrado nupcias y no hayan vivido públicamente o manifiestamente en un estado opuesto a la castidad.

 

Quienes por su edad, prudencia, costumbres probadas a la vista de todos sean fieles en la vida casta y pueden perseverar dedicadas al servicio de la Iglesia del prójimo.

 

Que sean admitidas a la consagración por el obispo ordinario del lugar.

 

 

Son condiciones personales básicas:

* Madurez de personalidad.

* Equilibrio afectivo.

* Identidad secular.

* Discernimiento Vocacional.

* Sentido Eclesial.

* Danamismo apostólico.

* Edad cronológica no inferior a los 25 años.

¡¡ Consagradas a Dios en el mundo... Para Consagrar el mundo a Dios !!
¡¡ Consagradas a Dios en el mundo... Para Consagrar el mundo a Dios !!

Informes

Martha Leticia Tarin Badillo

martarin98@hotmail.com

cel. 3313390603 en Guadalajara, Jalisco,  México

Magdalena Hernandez

Cel.9611524812 

en Tuxtla Gutierrez Chiapas, México

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"Es motivo de alegría y esperanza ver cómo hoy vuelve a florecer el antiguo Orden de las vírgenes, testimoniado en las comunidades cristianas desde los tiempos apostólicos[13]. Consagradas por el Obispo diocesano, asumen un vínculo especial con la Iglesia, a cuyo servicio se dedican, aun permaneciendo en el mundo. Solas o asociadas, constituyen una especial imagen escatológica de la Esposa celeste y de la vida futura, cuando finalmente la Iglesia viva en plenitud el amor de Cristo esposo" V.C. 7